Soy Lucas Murillo. Cómico en Sitges. Disponible para bolos, micros abiertos, cumpleaños incómodos y cualquier sitio donde no me cobren entrada.
Elegí

Sobre Mi

elegí es el blog donde cuento cómo dejé las drogas, el alcohol y la auto-sabotaje. Y cómo, en vez de redimirme con yoga o meditación, decidí intentarlo con lo único que siempre me sostuvo: el humor.

Sobre mi
Cómo Construí Un “Tight Five” (Y Lo Que Corté)

Cómo Construí Un “Tight Five” (Y Lo Que Corté)

September 26, 2025

Sótano en Aribau. Techo bajo. Suelo duro. Veinte sillas. Un ventilador perdiendo la batalla. Me fijé una meta antes de la luz: tres risas reales, separadas veinte o treinta segundos. Ese era el trabajo. Un mes antes vacié la libreta. Diez historias, no “gags”. Confesiones en el sillón del dentista. Los mensajes motivacionales de mi

El Micro Abierto y Mis Garabatos

El Micro Abierto y Mis Garabatos

August 29, 2025

La primera vez que subí a un escenario después de la rehabilitación apenas podía llamarse escenario. Era la esquina de un bar diminuto en Poble Sec, con un suelo que se pegaba a las zapatillas, dos altavoces que zumbaban como insectos moribundos y un puñado de personas que ya parecían arrepentidas de haber salido un

El primer escenario: una risa amarga

El primer escenario: una risa amarga

June 8, 2025

La primera vez que me senté en ese círculo de sillas de plástico, en la clínica de rehabilitación, fue para hablar de sueños. No de los que tienes por la noche, sino de esos que te empujan a levantarte por la mañana. La terapeuta, una mujer con la paciencia de un santo y la mirada

Robando un beso al anestesista

Robando un beso al anestesista

May 25, 2025

La noche que le robé un chiste al anestesista. O quizás, solo me lo prestó. Y yo, por cobarde o por necio, nunca se lo devolví. Esa noche fue, de algún modo, el punto de inflexión, el momento en que empecé a querer salir del pozo del alcohol y la cocaína y, de paso, a

El día que maté (el humor, no la audiencia)

El día que maté (el humor, no la audiencia)

May 18, 2025

El día que maté… no, no a nadie. Bueno, sí. Al humor. Porque la audiencia ya venía rota de casa. En rehab teníamos ese ritual: círculo de sillas de plástico—sí, de las traicioneras, las que te hacen cuestionar tu peso emocional y físico cada vez que te acomodas—y todos mirando hacia el centro como si

Una silla de plástico y media naranja

Una silla de plástico y media naranja

May 11, 2025

En rehab me tocó la silla rota. Plástico blanco, típica de jardín, pero con una pata que cojeaba como si también necesitara terapia. Tenías que elegir: o te sentabas cómodo o sobrevivías. Yo, esa vez, elegí no partirme la cabeza. No por valentía. Era lo que había. 45 años tenía. Cuarenta y cinco. Y una

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